
Lo dijo Noemí Rapone, presidenta de la sociedad de fomento de aquel barrio. Con el acompañamiento de Norma Posadas, manzanera y colaboradora en las labores de la sociedad, Rapone cuenta porqué aceptó la presidencia de la entidad y afirma que «es un orgullo todo lo que hemos logrado». Pero reconoce una deuda pendiente: «los adolescentes y los abuelos». Charla a fondo con una luchadora incansable.
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